Recuento

El fin de semana estuvo muy pesado, ahi les va lo más importante. El día viernes, fui a hacer mi último examen de este semestre, presenté también mi último trabajo. Por la tarde dormí unas dos horas antes de irme a la fiesta que en aquel momento les comenté. Llegué a mi casa el sabado a las 5 de la mañana, dormí hora y media y me fui al SMN, llegué del mismo a las 3 de la tarde, dormí 3 horas y me fui a la Despedida de Ale (amiga de la prepa que por circunstancias del destino, radicará en Canadá), por las circunstancias adversas al plan y los púberes grilletes de padre, terminamos bebiendo en casa de Michelle (otra amiga de la prepa ... ). Terminando el protocolo, nos dirijimos hacia mi hogar, ubicado a 15 min. de la casa anterior. Bebimos un poco y ya era hora de dejar a Ale en su hogar, así lo hicimos. Antes de regresar de nuevo a beber a mi vivienda, pasamos por unas ricas hamburguesas al carbón. Ya en mi casa de nuevo, el ambiente mejoraba, el resto de la mañana estuvo muy bien.

Luis y Castro, los 2 amigos con los que conbebí, se fueron como a las 6:15 am; regresé a mi cama, dormí 2 horas y me fui a pachuca. Llegando al panteón, dejamos flores a la tumba de mi bisabuela y también a mi abuela. Fuimos después al Pueblo El Chico, a un restaurante donde seguro estaba, veríamos el partido del TRI. Una hora y media y justo al inicio del encuentro, llegamos al lugar. Ordenamos la comida mientras veíamos los primeros minutos del duelo. De un momento a otro, se desató una tormenta. Por la extraña ubicación del lugar, el único servicio viable es SKY, y como ya sabrán, la lluvia generó una falla técnica y por consiguiente, me perdí del primer tiempo del partido. Corría ya el minuto 9 de la segunda parte, cuando la señal volvió, el marcador era favorable por la mínima diferencia a México, todo era tranquilidad. Minutos después, Batres, el árbitro central, pitó un penal para muchos inexistente, para mí bien marcado. No pasaron 10 minutos desde que Donovan marcó el empate cuando la señal se fue de nueva cuenta. Seguían corriendo los minutos y la desesperación iba en aumento. Pedí las llaves del Escort y corrí a escuchar el duelo por radio en el 730 AM, una de las pocas estaciones que detectaba mi antena. México ya perdía 2-1, era el minuto 38, el ambiente era de desconsuelo. Los últimos minutos fueron de agonía, el TRI se preocupaba por empatar mientras Donovan buscaba un contragolpe para liquidarnos. El partido terminó con victoría estadounidense. Con todo el dolor y aún preguntándome por qué si se había jugado bien se había perdido, regresé a mi casa.

Ante todo el ajetreo del fin de semana y la derrota mexicana, dormí el resto de la noche hasta el día de hoy. Ahi estuvo mi fin de semana de locos, espero sus comentarios. Hasta la próxima...